Rutina dialoga acerca de los sesgos de género presentes en las respuestas automáticas sin iteración1 en las IAs generativas, en este caso en ChatGPT, poniendo un punto de atención sobre las ideologías que subyacen en las tecnologías disruptivas y sobre quiénes las construyen. Para testear esta idea, se llevó a cabo la acción - Rutina-, la cual presenta dos fases: 1) La realización de un calendario de actividades cotidianas semanales por parte de la IA de ChatGPT. 2) La realización de una performance siguiendo las actividades programadas en el calendario durante un día. Proceso Para la realización del prompt, se obvió cualquier información adicional que indicara características del usuarix como: nombre y apellidos, género, edad, lugar de residencia, preferencias de actividades, etc. También se procedió a utilizar una cuenta de Google anónima para el logeado en la web de ChatGPT, con el propósito de que la IA no estableciera una relación directa entre el usuarix y el historial personal web del mismx. El prompt solo llevó las instrucciones “hazme una planificación semanal de mis actividades cotidianas” tratando de evitar la personalización con el objetivo de: 1) ver cuáles modelos de referencia cultural utiliza ChatGPT para dictar las actividades cotidianas, 2) cuáles son los estereotipos que naturaliza como estándares. Bajo estas condiciones, la IA no sólo fue capaz de asumir un género, en este caso mujer, sino que también la locación de residencia fue tomada en cuenta para establecer los horarios de determinadas actividades, incluso cuando dicha información no estaba referenciada en el prompt.  Este punto puede observarse en los horarios de las comidas. El video performance recrea una selección de actividades contempladas en un día cualquiera de la semana, siguiendo de modelo de referencia la programación establecida por el calendario semanal propuesto por ChatGPT. Desde un punto de vista estético, sobre la imagen se aplica un efecto de tracking de movimiento de los objetos y personas representadas en el video con el tal de sugerir un estado de vigilancia o de telepresencia.  Resultados Los resultados arrojados por la IA generativa de ChatGPT de OpenAI confirman la presencia de sesgos de género con estereotipos patriarcales para dictaminar las actividades de la cotidianidad presentándolos como modelo de referencia. Ello se aprecia en: 1) El empleo del estereotipo cultural del calendario semanal de la ‘ama de casa’ como “estándar de vida saludable” (según la respuesta ofrecida por el chat bot de ChatGPT al consultarle el modelo de referencia empleado para realizar el calendario semanal). 2) La naturalización del trabajo doméstico como ‘femenino’ según la sugerencia IA (esto se ve directamente en el plan de actividades del calendario relegando las actividades de la semana un 90% al trabajo doméstico y muy pocas horas al trabajo profesional o fuera de casa).  En resumen, parece ser que la base de datos de ChatGPT sigue un modelo de respuesta predefinido con tendencia conservadora y patriarcal, lo que podría traer consecuencias negativas a mediano y a largo plazo para la continuidad de las políticas de igualdad si el uso acrítico de dichas tecnologás se normaliza. Dichos experimentos ponen en evidencia que para la adopción de soluciones sostenibles y accesibles no basta solo con actualizar las tecnologías desde lo técnico si los contenidos permanecen arraigados en viejos prejuicios, ya que la inducción de dichos prejuicios en la cultura a través de las herramientas técnicas ayudan a naturalizar a las mismas como meros instrumentos de uso político. 

Rutina [Routine] dialogues about the gender biases present in automatic responses without iteration in generative IAs, in this case in ChatGPT, reinforcing the naturalization of such biases within everyday activities. To test this idea, the action – Routine- was carried out, which presents two phases: 1) The realization of a calendar of weekly daily activities by the ChatGPT AI. 2) Performing a performance art following the activities scheduled in the calendar for one day. Process For the completion of the prompt, any additional information indicating characteristics of the user was omitted such as: name and surname, gender, age, place of residence, activity preferences, etc. It was also used an anonymous Google account for the login on the ChatGPT website, in order to make it difficult for the AI to establish a direct identification between the user ChatGPT account and the personal web history of the user. The prompt only carried the instructions "make me a weekly planning of my daily activities" trying to avoid the personalization with the objective of: 1) seeing which cultural reference model ChatGPT uses to dictate everyday activities, 2) which stereotypes it naturalizes as standards. Under these conditions, the AI was not only able to assume a gender, in this case female, but also the location of residence was taken into account to establish the schedules of certain activities, although this information was not referenced in the prompt. This can be seen in meal times. The video performance recreates a selection of activities on any given day of the week, following the schedule set by ChatGPT’s weekly calendar. From an aesthetic point of view, on the image, a tracking movement effect is applied to the objects/ people represented in the video with the idea of suggesting a state of surveillance or telepresence. Results The results produced by the generative AI of ChatGPT from OpenAI confirm the presence of gender biases with patriarchal stereotypes to dictate the activities of everyday life presenting them as a reference model. This can be seen in: 1) The use of the cultural stereotype of the 'housewife' weekly calendar as a "healthy standard of living" (according to the answer given by the ChatGPT chat bot when consulting the reference model used to carry out the weekly calendar). 2) The naturalization of domestic work as 'female' according to IA suggestion (this is seen directly in the activity plan of the calendar relegating activities 90% to domestic work and just a few hours to professional work inside or away from home). In summary, it appears that the ChatGPT database follows a predefined response model with a conservative and patriarchal tendency, which could have negative medium- to long-term consequences for the continuity of equality policies. It isn’t enough just to update technologies if the content remains rooted in old prejudices, because it can naturalizes technical tools as mere instruments of political use.